El inicio de la pubertad se relaciona más estrechamente con el peso corporal que con la edad. El ganado lechero alcanza la pubertad cuando el peso es de 30-40% del correspondiente al adulto mientras que en el ganado productor de carne este porcentaje es mayor (45-55% del peso corporal del adulto.)
El apareamiento se limita al periodo del estro, que coincide con el tiempo de ovulación. En el ser humano y otros primates, no se restringe a momento alguno del ciclo menstrual y la ovulación ocurre a la mitad de éste. La duración del ciclo estrual en diferentes especies es de 16-17 días en la oveja, de 20-21 en vaca, cerda y cabra y de 20-24 en la yegua. La duración de la ovulación depende de la especie, en ovejas y vacas ocurre de 24-30 horas después del inicio del estro, 35-45 horas después en las cerdas y de 4-6 días en las yeguas.
El ovario es la principal fuente de relaxina en varias especies que requieren este órgano durante toda la gestación, como cerdas y roedores.
El periodo de actividad del cuerpo amarillo se llama fase lútea, dura de 14-15 días en ovejas y de 16-17 en vacas y cerdas. La fase folicular, que va de la regresión del CL a la ovulación, es relativamente corta: 2-3 días en ovejas y cabras y 3-6 en vacas y cerdas.
La cerda presenta estro en el trascurso de las 48 horas que siguen al parto, pero no hay ovulación, esto es debido al aumento en la concentración plasmática de estrógenos después del parto. En las yeguas hay un estro fértil en un lapso de 1-3 semanas después del parto.
La fertilidad es baja durante el primer estro, en particular cuando la hembra se encuentra lactando. En la vaca, la máxima fecundidad se presenta 60-90 días después del parto.
La máxima frecuencia de preñez se alcanza a los 3-4 años en las cerdas, 4-6 años en ovejas y 5-7 años en vacas. El máximo tamaño de camada ocurre en la tercera, cuarta y quinta gestaciones en la cerda. La máxima frecuencia de preñez gemelar se presenta de la quinta gestación en adelante en la vaca. En ovejas, la frecuencia de gemelos aumenta hasta los 6 o 7 años y luego disminuye lentamente pero esto va unido al tipo de alimentación.
El cuerpo lúteo persiste toda la gestación en todos los animales domésticos excepto en la yegua. Es probable que la progesterona durante la segunda mitad de la gestación provenga de la placenta (yegua, oveja) o del CL (vaca, cabra y cerda). Por ello en las yeguas y ovejas es posible extirpar los ovarios (ovariectomía) durante la segunda mitad de la gestación sin interrumpirla.
Entre los días 40 y 130 de la preñez en la yegua, están presentes elevadas concentraciones de gonadotropina coriónica equina (eCG) en la sangre materna, no así en la fetal. Dicha hormona es secretada por las células trofoblásticas y no por el endometrio como antes se creía; esta hormona luteiniza los folículos y mantiene el funcionamiento de los cuerpos amarillos secundarios.
Funciones Placentarias:
La sangre del feto nunca entran en contacto directo, aunque las dos circulaciones están lo suficientemente cerca en la unión de corion y endometrio para que pasen oxígeno y nutrientes de la sangre materna a la fetal, y los productos de desecho en la dirección opuesta.
El intercambio de gases a través de la placenta se diferencia del que ocurre en los pulmones en que en la placenta actúa un sistema líquido-líquido, mientras que en los pulmones se trata de un sistema gas- líquido.
Las arterias umbilicales llevan sangre no oxigenada del feto a la placenta, mientras que las venas umbilicales llevan sangre oxigenada en la dirección opuesta.
El CO2 se difunde libremente de la circulación fetal a la materna, lo cual es facilitado por ciertos mecanismos fisiológicos. La sangre fetal tienen menor afinidad por el CO2 que la materna durante la trasferencia placentaria de oxígeno. Esto favorece la difusión del CO2 de la sangre fetal a la materna.
En el ser humano y en algunos animales (conejo y rata), pero no en los domésticos, se trasmiten inmunoglobulinas a través de la placenta.
Las vitaminas hidrosolubles (B y C) cruzan la barrera placentaria con mayor facilidad que las liposolubles (A, D, E ). El yodo cruza la placenta fácilmente en la oveja pero hay poca o nula trasferencia de hormonas tiroideas. Es probable que la insulina también cruce con lentitud y en cantidades insignificantes. El cortisol pasa de la madre al feto en muchas especies, pero no en cabras ni ovejas. Esteroides conjugados, P4 y estrógenos cruzan la barrera placentaria fácilmente.
Crecimiento fetal:
La desnutrición en la oveja durante la última etapa de la preñez provoca el nacimiento de corderos con retraso en su desarrollo, aunque la nutrición haya sido adecuada en etapas tempranas de la gestación. Por el contrario, un programa de alimentación opuesto da por resultado corderos de tamaño normal.
En especies politocas como el cerdo, al principio de la preñez la alimentación y la distribución uterina son adecuadas, pero en las etapas finales el número de fetos que comparten el suministro sanguíneo uterino puede tener un gran efecto sobre el tamaño al nacimiento. El bajo peso al nacer en camadas grandes debe relacionarse con la disponibilidad de nutrimientos para cada feto.
E.S.E. Hafez y B Hafez.