Las mamas se desarrollan como estructuras pareadas. El número de pares varía en los animales domésticos:
cabras, yeguas y ovejas tienen 1 par, las vacas tienen 2, las cerdas de 7-12; y las gatas y perras de 7-10.
La posición es variable según la especie: en cabras, ovejas, vacas y yeguas es inguinal; en gatas, perras y cerdas están a lo largo del tórax y el abdomen.
En la vaca, cabra, oveja y la yegua los pares de mamas están cercanas unas de otras y la estructura que forman se denomina ubre, es decir cuatro cuartos componen la ubre de las vacas.
Los neonatos de todos los animales domésticos adquieren anticuerpos a través de la ingestión de calostro, otras especies, incluidos los seres humanos, conejos y cobayos adquieren una cantidad importante de anticuerpos a través de la placenta.
Los neonatos poseen un tiempo limitado (24-36 horas) en que las inmunoglobulinas (proteínas) pueden absorberse en el intestino.
El calostro es una fuente muy rica de nutrientes, especialmente vitamina A. En los animales domésticos la trasferencia de vitamina A a través de la placenta es limitada. Los terneros y los lechones tienen niveles particularmente bajos de vitamina A en el momento de nacer. Este déficit se corrige mediante la ingestión de calostro, que contiene concentraciones elevadas de lípidos, proteínas y vitamina A. La excepción es la lactosa, cuya síntesis esta significativamente inhibida por la progesterona hasta alrededor del momento del parto.
Para mantener la lactogénesis, la leche debe ser retirada de la glándula mamaria mediante succión u ordeño. Si esto no ocurre durante las 16 horas en la vaca lechera, su síntesis comienza a inhibirse.
En los animales domésticos que tienen una o dos crías como las vacas, ovejas, yeguas y cabras, las crías deben mantenerse en pie para poder mamar, por lo que tienen reservorios de carbohidratos y la ingestión de calostro se puede retrasar 1-2 horas sin ningún efecto adverso.
Los animales que son parte de una camada como los gatos, perros y cerdos suelen colocarse hacia las glándulas mamarias inmediatamente y comienzan a succionar a los 30 minutos, ya que estos animales nacen ciegos y sin capacidad de movimiento, por lo que son susceptibles a hipoglucemia, es especial los lechones. El intervalo entre las tomas de leche durante el período neonatal en estas especies son de 1 hora o menos.
Las cabras, ovejas , vacas y yeguas amamantan a intervalos mas largos llegando hasta las 2 horas. Los conejos son una excepción ya que sus crías maman a intervalos de 24 horas.
De los componentes de la leche, la grasa es la fuente más importante de energía, se compone de triglicéridos principalmente. El porcentaje de grasa es variable según la especie, en las vacas lecheras pueden encontrarse rangos de 3.5% en Holstein y hasta 5% en Jersey.
La leche de los mamíferos marinos tiene un alto contenido en grasa, con porcentajes del 40-50% en focas, 40% en delfines y 30% en ballenas. El gran contenido energético ayuda a compensar las pérdidas de calor de las crías.
La lactosa es el principal carbohidrato en la mayoría de mamíferos. Los animales deben tener la enzima lactasa en el yeyuno para fragmentar la lactosa (a glucosa y galactosa) y utilizarla. Esta enzima existe en la mayoría de las crías de mamíferos, sin embargo cuando esta ausente en animales adultos, incluidos el ser humano puede ejercer un efecto osmótico sobre el tracto gastrointestinal y provocar diarrea.
Las proteínas principales de la leche son las caseínas y se pueden retirar de la leche mediante la cuajada o coagulación, mientras que otras como las albúminas y la globulinas permanecen en el suero.
El pico de lactación tiende a presentarse 4 semanas después del parto y tienden a secarse después de 305 días de lactación.
Las enfermedades habituales que afectan de forma directa la glándula mamaria son la mastitis en ganado lechero y las neoplasias en perras no castradas.
La glándula mamaria participa en la eritrólisis neonatal como resultado de la trasferencia pasiva de anticuerpos aglutinantes de eritrocitos al potro o al gato neonato a través de la leche. La hipocalcemia asociada a la lactación es muy común en vacas después del parto y en perras en el periodo perinatal.
Fuente: Cunningham, 2008.